martes, 27 de julio de 2010

Manuel del Palacio, A las mujeres
























Por ellas crucé el mar y corrí en posta
pues, de sus gracias, el sabroso pisto
no se puede olvidar cuando se han visto,
aunque abunden los bajos en su costa

Ya sepan a jarabe, ya a langosta,
ya lean el Corán o amen a Cristo,
siempre a servirlas me hallarán previsto
con alma grande, si con bolsa angosta.

Por una risa suya, por un gesto,
quien de salud y vida no haga el gasto
eunuco debe ser solo por esto;

mas ¡ay! del que las tome a todo pasto.
Aprenderá, por su desgracia, presto,
que tiene más ventajas el ser casto .

Manuel del Palacio (Lérida, 1831-Madrid, 1906), es recordado como vencedor de la famosa apuesta de sobremesa: improvisar, uno tras otro, tres sonetos de distinto asunto, con los mismos consonantes, maliciosamente propuestos (posta-pisto-visto-costa; langosta-Cristo-previsto-angosta; gesto-gasto-esto; pasto-presto-casto). Fuente: http://www.vistazoalaprensa.com

2 comentarios:

  1. achei esse genial!

    mas será que tem mais vantagem o ser casto?

    beijos

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  2. Acho que mais vantagem tem pensar antes de atuar. Agora, se pensar equivaldría a ser casto, nao sei.
    Mas, olhando pela rua um belo rosto que se mexe ou uma bunda que te da uma piscada, pensar é tarefa difícil para os homems...

    kiss

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