Harto ya de alabar tu piel dorada,
tus externas y muchas perfecciones,
canto al jardín azul de tus pulmones
y a tu tráquea elegante y anillada.
Canto a tu masa intestinal rosada
al bazo, al páncreas, a los epiplones,
al doble filtro gris de tus riñones
y a tu matriz profunda y renovada.
Canto al tuétano dulce de tus huesos,
a la linfa que embebe tus tejidos,
al acre olor orgánico que exhalas.
Quiero gastar tus vísceras a besos,
vivir dentro de ti con mis sentidos...
Yo soy un sapo negro con dos alas.
No lo habìa leìdo antes.
ResponderEliminarMe resulta abrumador.
Y muy bueno a la vez.
Pero mire què ocurrencia eh
Le dejo saludos♥
Uma delícia de soneto, aumentou por demais o desejo de carne... fresca...
ResponderEliminarRo, digamos que además de poeta, Fernández Moreno era médico y tenía gustos...especiales.
ResponderEliminarSalu2.
Jajaja! Grande, Henrique!Opção preferencial pela vida interior,né?
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