domingo, 4 de septiembre de 2011

Tirso de Molina, Yo os prometí mi libertad querida

















Yo os prometí mi libertad querida,
no cautivaros más, ni daros pena;
pero promesa en potestad ajena,
¿cómo puede obligar a ser cumplida?

Quien promete no amar toda la vida
Y en la ocasión la voluntad enfrena,
saque el agua del mar, sume su arena,
los vientos pare, lo infinito mida.

Hasta ahora con noble resistencia
las plumas corto a leves pensamientos
por más que la ocasión su vuelo ampare.

Pupila soy de amor; sin su licencia
no pueden obligarme juramentos.
Perdonad, voluntad, si los quebrare.

1 comentario:

  1. Redundaría decir que es uno de los sonetos que más me pegó de Tirso de Molina, que lo adoro.
    Que los tercetos resumen la lucha interna que tenemos todos a la hora de amar y no deber amar.

    Un abrazo desde Argentina.

    No te había descubierto, y vi el blog a través de Ro.

    SIL

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